El grupo parlamentario del Partido MORENA presentó una iniciativa de reforma al Código Civil para establecer que la determinación del orden de los apellidos de las y los hijos será el que, de común acuerdo, elijan los progenitores.

Al dar lectura a la exposición de motivos de la propuesta, la diputada Irma Leticia González Sánchez refirió que la igualdad en su faceta o dimensión formal  se traduce en el mandato para remover o disminuir las desigualdades sociales, concepción que amplía el principio de no discriminación porque se vincula con la idea de terminar con la subordinación de las mujeres como grupo y condena las prácticas que tienen el efecto de crear o perpetuar en la sociedad una posición subordinada para ciertos grupos desaventajados.

Apuntó que, aunque el principio de igualdad está reconocido y ha sido ampliamente desarrollado como parámetro de regularidad constitucional, se siguen reproduciéndose actos, patrones y normas jurídicas que promueven la desigualdad y siguen privilegiando a los hombres.

En ese sentido, la legisladora argumentó que el Código Civil estatal era un claro ejemplo de ello, pues dispone que el orden de los apellidos que debe llevar la hija o hijo registrado debe de ser primero el apellido del padre, y como segundo, el primero de la madre.

“Este tipo de acciones que injustificada y discriminatoriamente dan mayor prevalencia al apellido paterno sobre el materno, refuerzan roles y estereotipos de género que prevalecen en nuestra sociedad y que impiden el pleno goce y ejercicio de los derechos de las mujeres”, enfatizó.

González Sánchez agregó que dicha disposición constituye una injerencia arbitraria del Estado que vulnera el derecho a la vida privada y familiar, pues la elección del nombre es un momento personal y emocional que genera un vínculo especial entre los progenitores y sus hijos que corresponde únicamente a los padres.

“Se debe reformar la legislación civil por  vulnerar el principio de igualdad, así como el derecho a la vida privada y familiar, porque el estado está imponiendo de forma injustificada que debe imperar el apellido del padre sobre el de la madre, obligando a que subsista un apellido en específico, con lo que invade el derecho de los progenitores de establecer el orden de sus apellidos conforme al vínculo familiar existente y el sentido de pertenencia con el que se desarrollan”, finalizó la congresista.

La iniciativa se turnó a la Comisión de Justicia para su estudio y dictamen; y para opinión a la Comisión para la Igualdad de Género.