Para potenciar la recarga del acuífero Valle de León del estado de Guanajuato, los estudiantes de Licenciatura en Ingeniería Hidráulica de la División de Ingenierías del Campus Guanajuato UG, Isaac Reyes Núñez y Edgar Hafid Guadarrama, actualmente desarrollan el proyecto: Mitigación de los impactos del cambio climático y sobreexplotación del acuífero Valle de León a través de la siembra y la cosecha de lluvia. Este proyecto recibió el pasado mes de marzo del presente el Premio Estatal Juvenil del Agua 2023, otorgado en el marco del Espacio Acuoso organizado por la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato (CEAG). Mediante un convenio de colaboración UG-CEAG, la CEAG ha financiado el desarrollo de la primera etapa del proyecto.
El proyecto se desarrolla bajo la asesoría y dirección del Dr. Ismael Orozco Medina, profesor-investigador de la División de Ingenierías del Campus Guanajuato. El Dr. Orozco ha investigado durante varios años investigando los posibles efectos del cambio climático en la disponibilidad hídrica de las fuentes de abastecimiento superficiales y subterráneas del estado de Guanajuato, utilizando modelos matemáticos e inteligencia artificial. Según el Dr. Orozco es fundamental buscar e implementar medidas de mitigación ante los efectos del cambio climático para garantizar la seguridad hídrica del estado, pero bajo con un enfoque ambiental en el que se garantice conservar los ecosistemas y la restauración de la cuencas del estado. Para lograrlo, es esencial combinar la tecnología con los conocimientos ancestrales, como la práctica de la siembra de agua de lluvia.
“La idea de la cosecha de lluvia es disminuir la respuesta hidrológica de la cuenca superficial (subcuenca del río Turbio) y prolongar el tiempo de residencia del escurrimiento, promoviendo así la infiltración y la percolación hacia el acuífero del Valle de León. Para ello, se utilizarán las depresiones naturales del terreno y acequias sobre las fallas geológicas en las que el agua se pueda almacenar y posteriormente infiltrar al acuífero Valle de León.
Actualmente se están identificando y caracterizando esas depresiones naturales mediante técnicas geomáticas, las cuales serán posteriormente validadas en campo con el uso de un dron. Es decir, se están dimensionando, se está determinando qué tipo de suelo tienen, qué tipo de geología hay, ver que, en efecto, esas mismas depresiones sean lugares idóneos para que el agua sea infiltrada y posteriormente percolada. El uso de las depresiones naturales garantiza que no se altere el entorno, y se incentivará que los mismos pobladores realicen el mantenimiento de estas antes del periodo de lluvias. Además, estamos identificando fallas en el sitio que, aunque no presenten depresiones naturales, puedan facilitar una percolación más rápida. En estos casos, se construirán acequias sobre las fallas, las cuales serán localizadas en el campo mediante técnicas geofísicas, explicó Isaac Núñez, quien resaltó que este proceso surge de manera natural en zonas montañosas del Bajío.
“Este tema es algo que nos compete a todas y todos, desde pequeñas acciones personales ya sea en nuestro domicilio o en algún otro lugar, es de bastante importancia realizarlas. Es vital darle difusión a estos temas que se analizan en la carrera de Ingeniería Hidráulica, porque son aspectos que tratamos a fondo y los conocemos muy bien los estudiantes, siento que esta una buena plataforma para darlos a conocer”, dijo Edgar Guadarrama.
La Gerencia de Aguas Subterráneas de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) indica que el acuífero Valle de León se localiza al oste del estado de Guanajuato. Abarca los municipios de León, San Francisco del Rincón, Silao y Romita. Tiene una extensión de 1,321 kilómetros cuadrados y pertenece a la cuenca del Rio Turbio. Colinda al oeste con Jalisco, al este con el acuífero Silao – Romita, al norte con el acuífero Ocampo y el acuífero Cuenca Alta del Rio Laja y al sur con el acuífero La Muralla y el acuífero Río Turbio.
“Lo valioso de este proyecto es que cada vez es más evidente que nuestros programas educativos están haciendo que los estudiantes se involucren en esta problemática, es un proyecto que incluye varias herramientas matemáticas en donde los estudiantes van a contribuir con sus conocimientos para reducir el estrés hídrico del acuífero. Considerando los efectos que tiene el cambio climático y la sobreexplotación, en el estado tenemos descensos drásticos de los niveles freáticos. Yo rescataría y valoraría que de la iniciativa de dos estudiantes haya surgido esta propuesta que, con respaldo del grupo de investigación al que pertenezco sacaremos adelante, tratando de proponer estas medidas a corto, mediano y largo plazo que generen precisamente ese impacto de recuperación tan importante para la zona”, agregó el Dr. Ismael Orozco.
Cabe mencionar que hasta 2023, el acuífero Valle de León, que abastece del vital líquido a la ciudad de León, contaba con un déficit anual de más de cincuenta y un millones de metros cúbicos. Además, según los datos de la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato (CEAG), en 1998 el acuífero tenía una profundidad de extracción promedio de 105.8 metros, la cual incrementó gradualmente hasta 145.8 metros a finales del 2022.