Las sedes Juan Pablo II y Janicho del Campus Celaya-Salvatierra de la Universidad de Guanajuato (UG), donde se imparte la Licenciatura en Enfermería y Obstetricia, albergaron a las y los recién egresado(a)s de dicho programa educativo, quienes, acompañados por amigo(a)s y familiares, participaron en la emotiva y significativa ceremonia de Pase de luz.
Este acto es considerado un tributo a Florence Nightingale, pionera de la enfermería moderna, y rinde homenaje a la dedicación y compromiso de las y los profesionales de la enfermería.
En su mensaje, la Coordinadora de la Licenciatura en Enfermería y Obstetricia, Dra. María Mercedes Moreno González, hizo una breve descripción de la evolución de la enfermería y su profesionalización a través del tiempo.
“En la Universidad de Guanajuato, asumimos el compromiso de educar a profesionales que contribuyan para la solución de problemas de la salud de nuestra sociedad. Cuando egresa una nueva generación, cumplimos de manera cabal y responsable con la misión encomendada por la sociedad”.
También destacó la labor de vocación, exigencia y compromiso que las y los estudiantes asumen en su trayectoria al egresar del programa educativo con certificaciones por los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) en su modalidad no escolarizada, por el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Enfermería (COMACE) y el organismo internacional GRANA en su modalidad escolarizada.
Les alentó a desempeñarse con profesionalismo y a continuar con su preparación en las distintas áreas que el campo de la enfermería y la salud ofrecen, como las de primer nivel de atención, pediatría, quirófanos, áreas administrativas o gerenciales.
“Debemos ser punta de lanza donde nuestro corazón nos haga felices. Nunca olviden de dónde vienen, sus hogares, su familia y, por supuesto, la Universidad de Guanajuato, que siempre será su casa” finalizó.
En el evento se escucharon los discursos de las y los profesores María Magdalena Luna Almanza, Gustavo Homero Aguilar Valencia y Patricia Sandoval Jiménez, quienes expresaron su reconocimiento a la nueva generación de colegas, por todo lo aprendido, no solo en curar cuerpos, sino a reconfortar a sus pacientes y brindar apoyo cuando se necesite.
De la misma manera, les dieron ánimo para mantener el compromiso con el cuidado hacia las demás personas, el aprendizaje continuo y la excelencia, además de recordar las palabras de Florence Nightingale: “la responsabilidad de mantener el buen nombre de la profesión recae en los propios miembros de la profesión”.
Finalmente, 133 egresado(a)s desfilaron a manera de pase de lista para recibir de manos de algunas de sus profesoras enfermeras la luz que simboliza la firmeza, la fe y la esperanza requeridas para el cuidado de otro ser humano, la curación y el apoyo emocional que esto(a)s profesionales ofrecen a quienes más lo necesitan ante la vulnerabilidad.