Cada mañana para Dafne Navarro (Guadalajara, 25 años) significa reencontrarse con el dolor. Los esguinces en el cuello ya son su costumbre. La gimnasta mexicana, una de las mejores de su país, tiene huellas indelebles que la han fraguado sobre el trampolín. Sube a la malla elástica, empieza a dar saltos y comienzan los movimientos hipnóticos. Nunca ha contado cuántos metros se eleva por los aires, pero en la mente tiene bien dibujado el movimiento que le toca hacer. ¿Vértigo? “Solo cuando regresé del confinamiento por la pandemia, duré una semana con esa sensación”.

Navarro ganó su boleto a los Juegos Olímpicos en junio pasado. La Federación Internacional de Gimnasia le confirmó para viajar a Tokio tras mantenerse en el top 15 de las mejores gimnastas sobre el trampolín de todo el mundo. Esta especialidad de la gimnasia fue incluida al programa olímpico en Sídney 2000 cuando la mexicana tenía solo cuatro años. Cuando cumplió nueve su madre la llevó a hacer una prueba de gimnasia. Ella quería las rutinas artísticas; los entrenadores lo impidieron porque ya era “muy grande” para involucrarse en el alto rendimiento. A Dafne Navarro le gustó ver a otras niñas saltar sobre los trampolines. “Desde ahí me identifiqué mucho”, cuenta. La enamoraron los “mortales hacia atrás, hacia adelante, con giro”. En 2015 supo lo que era competir en lo alto al ganar una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto. Desde entonces México se ilusionaba con tener una competidora en gimnasia de trampolín.

Tres años después de su primera medalla, sorprendió en el Campeonato Mundial de la disciplina. Junto a Melissa Flores compitieron ante las mejores en los sincronizados. La dupla mexicana sorprendió en San Petersburgo. “Luchamos duro, no nos rendimos. Pensamos que incluso si tenemos días malos o un entrenamiento malo o no tenemos dinero para ir a la competencia, lo intentamos y siempre encontramos la manera”, dijo al sitio oficial de la Federación de gimnasia. En los Juegos Panamericanos, una de las mejores participaciones de México, Dafne Navarro conquistó la medalla de bronce. La mexicana dirigiere el éxito “amando lo que hago. Desde chica era muy competitiva, quería hacer cosas grandes de la mano de estar enamorada de este deporte, levantarme y decir que voy al entrenamiento. Es una forma de automotivación ver las medallas que he ganado”, cuenta.

La pandemia de la covid-19 frustró todos los planes de los deportistas sin considerar la disciplina. Navarro tuvo que detener los entrenamientos por tres meses. “Nunca en toda mi carrera deportiva había dejado de entrenar tanto tiempo. Máximo un mes. Todos esos meses pensaba: ‘¿Y todavía me voy a acordar de cómo competir?’ ¿de cómo hacer un doble?’ Pero, bueno, el cuerpo tiene memoria”, explica. Su mayor fortaleza, asegura la deportista, es la buena coordinación, “saber dónde estás en el aire. Una mala caída te puede costar una competencia o varios meses de recuperación. También mi fortaleza es la perseverancia”.

Momento inédito para México

La gimnasia no le ha dado aún una medalla a México en unos Juegos Olímpicos. En Japón hay altas expectativas para ver al equipo colarse dentro de las 10 mejores. La apuesta, que puede aparentar ser precavida, es el fruto de un proceso con jóvenes talento que empiezan a tocar la puerta. Por primera vez, el país tendrá un representante en cada disciplina. Alexa Moreno (Mexicali, 26 años), principal figura de México en la gimnasia artística, busca hacerse un lugar entre las mejores del mundo. En 2018 conquistó el bronce en el Mundial y compartió el podio de honor junto a la excepcional Simone Biles. “Quiero disfrutar mis Juegos como nunca. Quiero terminar mi competencia contenta y satisfecha, decir que di mi alma por lo que hice”, contó a este diario. Moreno figura quinta en el ranking mundial.

Ruth Castillo (Guadalajara, 30 años) ganó otro histórico lugar en gimnasia rítmica luego de que el país pasara 13 años sin tener una representante. Castillo se había retirado tras no conseguir su clasificación en 2012 y 2016, pero sacó fuerza. En la gimnasia artística también asistirá Daniel Corral (Ensenada, 31 años), quien ha asistido a las últimas dos competencias olímpicas. Tokio es el final del camino y para llegar ahí dio una gran participación en el Mundial de 2019 para quedarse en el duodécimo puesto.

Dafne Navarro se quedó en el límite para clasificarse a Río 2016. “Fue un año difícil: me disloqué el codo. Después de los Olímpicos me lastimé. Desde 2017 me enfoqué en ir a Tokio. “Desde ahí empecé a entrenar muchísimo y se logró”, cuenta. “Tenemos que vivir con los dolores. Con un buen trabajo de fisio, cuidando el cuerpo podemos estar al 100%, bueno, al 99%”.

CON INFORMACIÓN DE EL PAÍS.