Washington comenzó este viernes la cuenta regresiva para albergar el próximo miércoles el acto de investidura del presidente electo de EE.UU., Joe Biden, tras el asalto de la semana pasada al Capitolio. El miedo a otro brote de violencia política ha llevado a las autoridades a blindar como nunca antes la capital de EE.UU., que es por estos días epicentro de una serie de investigaciones que buscan determinar cómo un grupo de seguidores del presidente saliente, Donald Trump, superó la seguridad del complejo del Legislativo.

El asalto, causó la muerte de un policía del Capitolio y de cuatro personas más. Este viernes, el diario The Washington Post reveló que los manifestantes se acercaron “peligrosamente” al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, quien presidía la sesión conjunta del Legislativo en que se iba a certificar la victoria electoral de Biden. De cara a la 59 ceremonia de transmisión de mando, las autoridades ordenaron el cierre del National Mall, el parque que alberga los monumentos y la famosa explanada que suele cobijar multitudes durante esta pomposa actividad.