Irapuato, Gto. Marzo del 2021.- Un libro con actas de sesión de
Ayuntamiento con fecha de junio de 1915, sustituyó al acta de 1920 considerada
como el documento más antiguo de este tipo, resguardado por el Archivo Histórico
Municipal (AHMI).
José Luis Conejo, historiador de la dependencia, compartió que, como parte de los
trabajos de ordenamiento, conservación y preservación de archivos, personal del
área descubrió una caja con libros de Actas de Ayuntamiento de 1915 a 1919.
Entre los archivos, se descubrió el acta de sesión de Ayuntamiento más antigua, en
la que quedaron registradas las actividades, propuestas y temas que los ediles de
la época impulsaban para el desarrollo del municipio y la sana convivencia de sus
pobladores.
“En la primera sesión que se tiene registrada, se menciona que una de las
prioridades del Ayuntamiento es el fomento a la educación, no discuten
ampliamente el tema, pero si dicen qué es lo más importante para ellos, es
fomentar la educación para alcanzar los ideales que se habían propuesto en 1910”,
comentó.
Algunas de las comisiones vigentes en ese año, eran las de Aguas, Bombas,
Baños y Alumbrado Públicos; Hacienda; Salubridad, Abasto y Ornato; Instrucción
Públicas y Relojes, Justicia, Policía y Beneficencia, Cárceles, Vehículos y Obras
Públicas.
En el documento, se encuentra la propuesta de tarifas para la renta de coches,
cuyo costo variaba desde 50 centavos a 2 pesos, según el tiempo y clase de
vehículo que era identificado por una bandera azul para vehículos de primera clase
y bandera roja para los automóviles de segunda clase.
Los días de Semana Santa o Mayor, días de fiesta nacional, de todos los santos,
difuntos, de jueves a domingo, día del carnaval, así como los servicios realizado en
horario de 10 de la noche a 5 de la mañana, causaban cuota doble.

También, se establecieron cuotas para regular el pago a cargadores, una actividad
que los pobladores de la época realizaban con frecuencia, por ejemplo, la
gratificación por bultos manuales del centro de la ciudad a la Estación de Ferrocarril
no podía exceder de 25 centavos, y de 50 a 75 centavos por equipaje de mano
desde la Estación del Tren al primer cuadro de la ciudad, entre otros.
Soldar focos del alumbrado a los soquets y colocar sellos en focos, fueron algunas
de las propuestas de la época, para resolver el robo de lámparas del Alumbrado
Público.