La ONU advirtió que la recuperación económica de la crisis de COVID-19 será frágil y desigual en Latinoamérica y el Caribe y avisó del riesgo que corren varios países de sufrir crisis de deuda. En su nuevo informe de previsiones económicas, la organización vaticina un crecimiento del 3.8 por ciento en la región durante 2021 y del 2.6 por ciento en 2022, frente a una caída del 8 por ciento que calcula para 2020 como consecuencia de la pandemia. La ONU avisó, además, del riesgo de inestabilidad política y de crisis de deuda en varios países e insistió en su llamamiento a que los acreedores amplíen las medidas de alivio de deuda a naciones de ingresos medios y no solo a las más pobres. En ese sentido, destaca que en casi una de cada cinco economías en desarrollo y transición el déficit público se situó en 2020 en dobles dígitos como porcentaje del producto interior bruto y que la lenta recuperación seguirá dificultando estabilizar las cuentas.
Por ahora, la organización apunta que la austeridad no es una opción, pues crearía daños innecesarios, tanto económicos como sociales. Por países, la ONU prevé que la economía de Venezuela vuelva a contraerse en 2021, con un retroceso del 7 por ciento tras una caída del 30 por ciento en 2020, mientras que en la mayoría de la región espera rebotes moderados, que estarán lejos de compensar las pérdidas del año pasado. Ese es el caso de Argentina (que se espera crezca un 4.9 por ciento), Bolivia (5.1 por ciento), Brasil (3,2 por ciento), Chile (5 por ciento), Colombia (5 por ciento), Paraguay (3.5 por ciento), Uruguay (4.5 por ciento), México (3.8 por ciento) y la mayoría de países centroamericanos y caribeños. Para algunos Estados que han sufrido especialmente la crisis, la ONU espera un crecimiento mayor en 2021, como es el caso de Perú (9 por ciento), mientras que en otros como el caso de Ecuador (1.6 por ciento) será mucho más limitado.