Es necesario hacer una revisión desde la definición de violencia escolar para cambiar la naturaleza de la aproximación sobre esa problemática, afirmó la diputada Katya Soto durante su intervención en la sesión de la Diputación Permanente.

Recordó que actualmente la Ley para una Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar para el Estado de Guanajuato y sus Municipios, señala como definición de violencia escolar todo acto u omisión que de manera reiterada agreda física, psicoemocional, patrimonial o sexualmente a un niño, niña o adolescente.

Refirió que dicha definición no es consistente con diversas resoluciones que han establecido la protección a la niñez y adolescencia por parte del Estado como un deber particularmente elevado, tanto por la situación de especial vulnerabilidad en la que generalmente se ubican los menores, como por los devastadores efectos que la violencia y/o la intimidación pueden producir en ellos.

“La violencia en el entorno escolar es una problemática que requiere atención decidida por parte de las autoridades.  La violencia escolar implica un atentando no sólo a la integridad física, sino también una agresión a la dignidad. Son conocidos sus efectos en la generación de condiciones de inseguridad y ansiedad que son incompatibles con la protección de los derechos humanos”, subrayó.

Al respecto, la legisladora adelantó que el GPPAN presentará una iniciativa para cambiar la forma en la que se realiza la aproximación al fenómeno de la violencia escolar, a fin de que los protocolos atiendan aquellos casos que aún puedan ser eventuales o esporádicos.

“Privilegiar la prevención es la estrategia que tenemos como exigencia en este Congreso como parte de las políticas contra la violencia escolar. Impulsemos todos un cambio en la naturaleza del problema, las políticas de atención y las exigencias de seguimiento”, agregó.