El Pleno del Congreso del Estado exhortó al titular del Poder Ejecutivo federal, por conducto de la Secretaría de Educación Pública, para que se restablezca el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, con el fin de garantizar el principio de progresividad de los derechos humanos e impedir el retroceso en el derecho a la educación de las niñas, niños y Jóvenes de México y del Estado de Guanajuato.
De igual manera, al titular del Poder Ejecutivo estatal, por conducto de la Secretaría de Educación de Guanajuato, a fin de que se analice la viabilidad y en su caso, realice las acciones presupuestarias pertinentes para dar continuidad, a nivel local, al programa Escuelas de Tiempo Completo.
El exhorto tiene su origen en una propuesta presentada esta mañana por el grupo parlamentario del PRI, a la que se le otorgó trámite de obvia resolución.
El diputado Alejandro Arias Ávila manifestó que el derecho a la educación, como derecho fundamental, era uno de los pilares sobre los que se sustentaba el sistema jurídico, político y social, y que garantizarlo a plenitud, era y será una de las más grandes exigencias que desde los orígenes de la nación se han plasmado en sus textos fundamentales.
En ese sentido, apuntó que mejorar la educación en el país, supuso siempre un avance constante, cuya consigna principal y permanente, fue la de beneficiar a todas y a todos los mexicanos, en especial, a los más jóvenes. Al respecto se refirió a la creación en el 2007, como plan piloto de “El Programa Nacional de Escuelas de Tiempo Completo”, con el fin de incrementar el nivel de oportunidades para las niñas, niños y jóvenes, y apoyar su formación, fortaleciendo también, la labor docente.
El congresista relató el avance de dicho programa, el cual dijo que dentro de sus objetivos contempló desde el fortalecimiento del aprendizaje hasta las recreación y cultura física. Precisó que desde su creación y hasta el año 2012, alcanzó una cobertura de casi 7 mil escuelas, y una progresión importante, pues, de beneficiar 500 escuelas (en su plan piloto), llegó a más de 25 mil en 2017, contribuyendo al desarrollo de más de 3 millones de niñas, niños y adolescentes y otorgando beneficios de alimentación a más de 14 mil centros educativos.
Arias Ávila indicó que, tras el cambio de administración federal, dicho programa fue sufriendo decrementos importantes en su presupuesto, al grado de que, en el año 2021, intentó eliminarse, al quitársele su presupuesto de más de 5 mil millones de pesos, con el objeto de pasar estos recursos a un programa de nueva creación denominado “La Escuela es nuestra”.
Luego de la disminución presupuestal que ha quedado consignada, dijo, ahora en las de operación del programa “La Escuela es Nuestra”, se eliminan los complementos y/o acciones que aún consideraban el concepto de jornadas ampliadas, incluso borrando de su glosario la existencia de estas, lo que jurídicamente la eliminación de las escuelas de tiempo completo, que con jornada extendida, las niñas, niños y adolescentes recibían además de alimentos, un reforzamiento y una mayor instrucción en su formación.
“El perjuicio es tal que, tan sólo en Guanajuato afectará, con un recorte cercano a los 400 millones de pesos, a más de 65 mil estudiantes y cerca de 700 planteles educativos”, subrayó.
Finalmente, enfatizó que eliminarlas atentaba contra el futuro de México y lastimaba, especialmente, a aquellos por quienes más dispuestos deberían estar a brindar su apoyo, las niñas, niños y jóvenes, millones de ellos, especialmente cuando los derechos que les afectan eran el de la educación y sano desarrollo.
La diputada Lilia Margarita Rionda Salas habló a favor de la propuesta y precisó que los alimentos que reciben los pequeños en muchas comunidades marginadas y también en zonas rurales, el primer alimento, lo recibían en las escuelas de tiempo completo.
También se refirió a la comida que beneficiaba no solo a los pequeños sino a las madres que los preparaban y recibían ingreso por ello. Agregó que la reducción de los horarios ponía en riesgo a los pequeños que tendrán que dejar el plantel sin que estén sus padres o madres.
Finalmente, mencionó que en Guanajuato más de 685 escuelas recibían ese apoyo, y que se sumaban a favor de la propuesta porque no podían atentar contra la educación ni los derechos de los menores, porque los pequeños eran el presente, y el recurso económico de los de los ejecutivos y de los gobiernos era para ayudar a la sociedad.