Son 20 ayuntamientos los que tienen convenio de colaboración con el Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA), además de dependencias estatales, asociaciones civiles, religiosas, instituciones educativas y cámaras empresariales.

Lo anterior, facilita a INAEBA encontrar a personas de 15 años y más que no saben leer ni escribir, y que desean terminar la primaria y secundaria con el objetivo de incorporarlas a los servicios
educativos del Instituto para que puedan obtener su constancia de alfabetización y su certificado oficial de educación básica, según sea el caso.

El propósito del gobierno del estado de Guanajuato, es acercar la educación a cada rincón de los 46 municipios, por lo que se ha buscado el acercamiento con las y los interesados en formalizar
acuerdos con INAEBA. Todos con el objetivo común de disminuir el analfabetismo y el rezago educativo.

De manera general en los convenios de colaboración, el INAEBA se compromete a dar promoción, brindar los servicios de manera gratuita, facilitar el material para los beneficiarios, capacitar o bien designar a los asesores.

Mientras que, para los aliados, los compromisos son desde acercar a las personas que viven en rezago educativo que, pueden ser sus colaboradores, afiliados, agremiados y feligreses,
dependiendo el giro al que se dediquen, pues pueden ser instituciones públicas, privadas, asociaciones civiles o religiosas.

Además, pueden comprometerse a dar apoyos en especie, brindar un espacio dentro o fuera de sus instalaciones para contar con un círculo de estudio, que es donde las beneficiarias y
beneficiarios toman sus asesorías y aplicar sus exámenes con INAEBA para aprender a leer, escribir, así como concluir su educación básica.

LOS BENEFICIARIOS DE CONVENIOS

El matrimonio de José Guadalupe Enríquez Rodríguez y María de Jesús Vera Vargas paseaba en la Feria Estatal de León y al entrar al pabellón Guanajuato, encontraron el estand de INAEBA; ahí
vieron la oportunidad de obtener su certificado oficial de secundaria.

“Hicimos el examen los dos, porque si uno se impulsa, hay que impulsar a la otra persona a caminar juntos; el matrimonio es seguir parejos y sí no, no, funciona esto” señalo, José Guadalupe.

Tuvieron dos hijas, por quienes realizaron sacrificios para darles el apoyo necesario que les permitiera culminar una carrera universitaria. José Guadalupe dijo que el ejemplo de sus hijas fue su aliciente para certificar la secundaria: “si mis hijas salieron adelante, aunque yo tenga 62 años, claro que es posible. Yo estudié la secundaria y por qué no la prepa; yo le digo a mis hijas, ¿y por qué no también una carrera?, no es demasiado tarde”.

María de 57 años, compartió entre lágrimas, lo orgullosa que está de sus hijas que, se convirtieron en su motor para obtener su certificado oficial de secundaria.

“Tengo dos hijas, una es ingeniera en Desarrollo de Negocios y la otra se acaba de recibir en Psicología Organizacional; entonces para estar más o menos en un nivel en donde están ellas, que
ellas no se avergüencen de uno como papá, por eso quise estudiar la secundaria y demostrar que, aunque estemos grandes de edad, sí podemos seguir adelante y estudiando; y si Dios quiere, voy a
ver si se puede también la prepa, para que ellas se sientan orgullosas de sus papás”.

Agradecieron a INAEBA y al Patronato de la Feria Estatal de León, por el trabajo conjunto para hacer llegar la educación básica a las personas que por algún motivo no culminaron, María de
Jesús opinó: “muy buen programa que están haciendo, a parte no cuesta ni un cinco, todo lo que nos dan es gratis, y pues obtiene uno su certificado; para las personas que quieren trabajar, este
certificado es válido y pueden seguir subiendo de nivel en el trabajo”

María de Jesús presentó el Examen Único de Reconocimiento de Saberes con INAEBA y obtuvo una calificación de 9, lo que asegura que le ayudó a obtener mayor seguridad al relacionarse. Mientras que la calificación de su esposo José Guadalupe fue de 8.9.

Finalmente, José Guadalupe dijo que, se siente orgulloso de haber concluido la secundaria y espera que, así como él apoyó a sus hijas en el estudio, ellas hagan lo propio con su descendencia
para que tengan mejores oportunidades de vida, pues recordó que para él fue difícil, ya que debió trabajar en su infancia para poder apoyar en la economía familiar.

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