Eduardo Castillo López, alumno del sexto grado de la primaria “Jesús R. Márquez”, a sus 11 años, es un cuentacuentos de abolengo, con siete obras literarias de autoría.
Su mamá, Beatriz López Martínez, menciona que su hijo desde los seis años comenzó a escribir algunos libros sobre su experiencia de vida, “desde pequeño le inculque a leer y a superarse día a día, hoy a sus 11 años es un niño que cuando compite, no ve adversarios, ve oportunidades de crecimiento personal”, agregó.
Nacidos en el vecino estado de Jalisco, Betty y Lalo, refieren que sus roles, como madre e hijo, les han permitido adaptarse y crecer sin problema, tanto en el ámbito educativo, como familiar.
Lalo a sus seis años, tuvo su primer concurso como cuentacuentos en la ciudad de Celaya, con la obra “La Princesa Dudu”, donde, si bien no gano, si le sirvió como un aprendizaje, “de las derrotas también se aprende”, citó.
Betty comentó que han sido varios los concursos y eventos escolares a los que han asistido y lo hacen caracterizados de acuerdo a la festividad que vive, ello como un impulso a conservar las tradiciones mexicanas.
“Actualmente Lalo, como cariñosamente le dice su mamá, ha incursionado en la actividad física, ya que inició clases de Taekwondo, “el estar física y mentalmente sano es necesario para salir adelante en un mundo competitivo, además de que es vivir y disfrutar la niñez”, apuntó su progenitora.
Asimismo, invitó a las madres y padres de familia para que junto a sus hijas e hijos tomen un libro y lo lean, para que se enteren que es igual o mejor que ir al cine y ver una película, ya que a través de la lectura se fortalece la imaginación, la cual no tiene límites, preciso la señora Beatriz López Martínez.