Alma Cristina Bermúdez Ortega se levanta todos los días a las 6:00 de la mañana para preparar la leche caliente que reparte a 80 menores del comedor comunitario en el kinder, primaria y secundaria de San Judas.
Se sube a la “pachicleta”, como ella misma bautizó a su bicicleta panadera acondicionada con una caja en donde coloca el producto y pedalea por 15 minutos de La Correa (una extensión de El Consuelo) hasta los comedores en donde alimenta a 15 niños de kinder, 30 de primaria y 35 de secundaria.
A las 7:15 de la mañana, las niñas y niños esperan su desayuno. Todos le ayudan a colocar las tazas.
“Llegan muy gustosos y en veces les digo por qué llegan muy temprano y me dicen que su mamá se fue a trabajar y los mandó (…) Hay veces que los niños me dicen que traen hambre porque no les dieron de cenar y cuando eso ocurre les doy otra tacita de leche o les damos más almuerzo, porque tenemos cierta cantidad para los niños, por ejemplo ayer les dimos lentejas y estaban muy contentos y nos dijeron que apenas con este frío les cayeron bien. Se siente muy bonito saber que estamos ayudando a alguien más, en especial a los niños”, afirmó.
El esfuerzo diario de trasladarse en bicicleta soportando calor, frío o lluvia sin recibir dinero a cambio vale la mucho la pena por una sencilla razón: la satisfacción de ver los rostros felices de aquellas niñas y niños que muchas veces se fueron con hambre a la cama por no tener para cenar.
“No son mis hijos pero los adopto como si fueran mis hijos, ya todos me conocen porque tengo haciendo esto 14 años. A veces se me hace tarde para llegar a la secundaria y ellos cuando me ven hasta me abren la puerta y me ayudan a servir.
“Me da mucha emoción que apenas me estoy bajando de la bicicleta y ellos ya están bajando el cajón, el agua y la comida. Los invito un día para que vean lo bonito que es cuando llegan los niños con una sonrisa porque muchas veces tenemos en la casa un día pesado, una tristeza o una preocupación, pero ellos están muy felices de vernos y eso nos cambia todo”.
Doña Alma realiza esta noble labor desde hace 14 años, cuando sus hijos eran pequeños. A partir de ahí, su amor por ayudar al prójimo fue creciendo y con el paso de los años, se consolidó.
Este 05 de diciembre, la alcaldesa de León, Ale Gutiérrez, celebró el Día Internacional de los Voluntarios en donde agradeció a Alma Cristina y a decenas de mujeres y hombres que entregan su corazón por ayudar al prójimo.
Ante más de 500 personas dedicadas a la labor social, la presidenta municipal señaló que gracias al apoyo, esfuerzo y dedicación de gente comprometida como ellos, muchas personas tienen comida en su mesa y lo mejor es que su trabajo lo hacen con amor, sin esperar nada a cambio.
“Ustedes han decidido con voluntad ayudar a aquel que lo necesita, con voluntad levantarse bien temprano, con voluntad sacrifican el tiempo con su familia para ayudar a otros, con voluntad dar todo lo que tienen y hasta lo que no tienen por amor a los demás.
“Cuando tú das algo a los demás, claro que tienes la mejor paga, te quedas con la satisfacción de que pudiste ayudar a alguien y le hiciste la vida mejor, esa es la mejor paga que puedes tener”, explicó.
En León son 136 comedores comunitarios habilitados para apoyar a las personas que lo necesitan. A través del programa León Sin Hambre, cada vez se ha podido beneficiar a más leoneses en condición vulnerable.
Por su parte, la directora del DIF León, Liz Esparza señaló que tan solo este año se han podido entregar cerca de 2 millones de raciones de alimentos en los diversos comedores comunitarios beneficiando a más de 15 mil personas vulnerables.