Radio Universidad de Guanajuato cumple 63 años al aire e Iván Alejandro Montes Suárez ha sido parte de su historia desde hace dos décadas. En 2004, debido a sus estudios profesionales en música, ingresó como programador de algunos turnos específicos de la radio y, desde entonces, ha sido partícipe de los cambios radiofónicos. Actualmente, es productor de los programas Pretextos musicales, Morir en do, El diván y la revista radiofónica Por fin el fin.
Recuerda Iván su llegada a la radio con total inexperiencia en cuestiones técnicas. Sin embargo, su acercamiento a Radio UG sucedió desde la niñez. “Mi primer encuentro fue en la primaria; había un programa cuando todavía estaba detrás del Teatro Principal, Radio pizarra, donde incluían pequeñas dramatizaciones con niños locutores; nos daban el guion y era muy divertido hacer las cápsulas, además del pretexto para salir de la escuela; nunca me imaginé que muchos años después iba a estar aquí como parte del equipo”.
Cuenta Iván que su formación se dio en el trayecto aprendiendo cómo crear un producto, desde el concepto hasta que sale al aire. “Cuando era niño, se grababa todo en cintas de carretes y la edición se hacía cortando literalmente la cinta y pegando el pedacito siguiente. Cuando llegué a trabajar, se usaba el minidisco, ahora también una herramienta obsoleta. Entonces, programábamos la música con discos compactos que tenemos en la fonoteca (hay aproximadamente 10 mil con varias obras cada uno). Los medios digitales han facilitado muchísimo las actividades; casi todo lo hacemos en una computadora con acceso a Internet donde descargamos música, nos enviamos las grabaciones de la cabina y procesamos todo en un programa digital. En este momento, la producción es una labor unipersonal que incluye la investigación, la realización del guion, la programación, la grabación y la edición”.
Iván recuerda el impacto que la radio tenía durante su juventud para conocer los estrenos musicales, pues la llegada de los discos a las tiendas podía tardar meses. Reconoce la riqueza de las nuevas maneras de escuchar radio y la disponibilidad inmediata de los contenidos en las redes y plataformas digitales. Señala: “Pienso que una ventaja de la radio es no depender del internet para la transmisión; si la red se cae, la radio sigue sonando; esto es especialmente importante en las comunidades más alejadas o donde la televisión o la red no llegan; de hecho, las radios comunitarias aún se usan como medio de comunicación personal si no hay teléfonos”.
En cuanto a la vigencia de la radio, Iván comenta: “Para muchos radioescuchas, la radio es una compañera constante; hay gente que la sintoniza desde que se despierta hasta que se duerme, cuando maneja o mientras está limpiando la casa, porque la radio es un acompañante discreto y puede estar como un telón de fondo; por eso es una enorme responsabilidad hacer radio; todo lo que estás diciendo puede llegar consciente o inconscientemente a la memoria del receptor”.
Sobre la pertinencia de contar con una radio universitaria, Iván destaca la esencia y compromiso de Radio UG desde su origen: ser un medio formador donde el público pueda enriquecerse con la convicción de que así será cada vez que escuche. Además, resalta la potencia con la que se difunde el quehacer universitario, las investigaciones e iniciativas, no sólo del cuerpo académico, sino de la comunidad estudiantil, accesible a todos y en un formato entendible.
“Para mí, la radio es una ventana por la que puedo invitar al público a conocer un mundo que me fascina, la música, especialmente la ópera. En los programas que realizo, los comentarios que hacemos buscan compartir el deleite artístico y también romper estereotipos, pues hay música retadora muchas veces descartada por esa razón”. Iván está seguro de que, para Radio UG, aún falta un buen camino por recorrer.