“Bebió de las aguas del Leteo y entonces comenzó a olvidar” es el verso que destaca Davo Valdés de la Campa de su reciente poemario Leteo, publicado por Valparaíso Ediciones, cuya presentación en el Mesón de San Antonio de la Universidad de Guanajuato (UG), gestionada por la Cátedra Cervantina, es parte de la programación de la Universiada Cervantina 2024.
Davo Valdés comenzó a escribir literatura a los 21 años “por error, no fue algo que planeara o me interesara; sin embargo, participé en un taller, pues no tenía algo que hacer en ese verano, y así me mordió; desde entonces, he decido que sea mi estilo de vida”, comentó.
En principio, el escritor originario de Cuernavaca, Morelos, quien cuenta con estudios profesionales de literatura y producción editorial por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, escribía cuentos de terror, los cuales integran varios de sus libros publicados, a partir de vivencias de la infancia. La poesía “llegó después porque es más compleja, me parecía casi física cuántica”, relató.
Su primer salto a este género ocurrió en 2011 con Ignoto, trabajo que contó con la guía de su maestro Alfonso de Aquino, donde aborda la experiencia con el mar y la posibilidad de su existencia oculta en Cuernavaca. Este obtuvo el primer premio en la Convocatoria para publicación de obra inédita, del Fondo Editorial del Instituto de Cultura de Morelos.
En cuanto a Leteo, el autor señaló lo cerca que está de su corazón por ser un homenaje para su abuela materna, quien padeció la enfermedad de Alzheimer durante nueve años. “Tampoco fue un libro planeado. Tenía poemas que había escrito en los distintos momentos de su enfermedad, cruda para quien la vive y quienes lo acompañan, pues se va volviendo muy pronunciada y llena de angustia. También me di cuenta de que tendemos a usar metáforas negativas, incluso a negarla. Quería encontrar una experiencia distinta, de ternura, amor y acompañamiento, cosas que también encarna mi abuela”, compartió.
En ese proceso creativo, comentó el autor, la obra estuvo atravesada por otras reflexiones sobre la memoria, los jardines de Cuernavaca (ciudad donde observa una especie de dualidad entre paraíso e infierno), los postres de las abuelas y el linaje materno tan importante en la cultura mexicana.
Al respecto del título, refirió que el primer contacto con la palabra fue la canción “Lethe”, de la banda de metal Dark Tranquillity. Leteo es el nombre del “río del olvido” en la tradición grecolatina, cuyas aguas tienen la propiedad de despojar a los individuos de sus recuerdos y vínculos terrenales conforme avanzan en su trayecto hacia el inframundo. Davo explicó que, en el poemario, ese despojo ocurre mucho antes de la muerte y la voz de la abuela se deteriora mientras la del nieto crece, se hace viejo y comienza a sentir un poco de pavor ante la posibilidad de padecer también la enfermedad.
En cuanto a la colaboración con la prestigiosa editorial española que cobija su publicación, Davo recuerda haber mandado el libro como “una botella lanzada al mar” y sin esperar respuesta. Afortunadamente, uno de los editores, Fernando Valderde, lo encontró y tuvo la curiosidad de explorarlo.
“Es muy bonito que me publiquen en otro país (España y Colombia), implica una gran aventura y compromiso; aún estoy buscando espacios y editoriales en México”, dijo destacando la participación del artista Pavel Mora en la portada y las palabras introductorias de la curadora Helena Lugo, además de la compañía de la Dra. Zaira Espíritu, importante académica de arte, en su presentación.
Sobre su estilo, expresó: “Me interesa que se entienda, que sea accesible con imágenes claras y sensoriales, que transiten a partir de todos los sentidos. Me gusta mezclar referencias de la alta cultura con la pop, con la que crecí”.
Asimismo, compartió que sus primeros referentes poéticos fueron las letras de las canciones de Amy Winehouse y Pearl Jam. “La música cumple el mismo cometido, hacernos sentir algo a partir de cómo vemos el mundo. De hecho, la poesía está más cerca de la música y la pintura que de la literatura. Por eso me interesan los géneros urbanos (reggaetón, trap, corridos tumbados, cantautoras como Natalia Lafourcade, Silvia Pérez Cruz), están recuperando una tradición lírica, el componente oral de la poesía que surgió como canto en comunidad; el son jarocho está más cerca de esa experiencia”.
En ese punto, el poeta compartió su opinión en cuanto al acercamiento de las y los jóvenes a la poesía: “Creo que están recuperando esa sonoridad. Lo veo en las redes sociales cuando comparten videos diciendo poemas o recuperando canciones tradicionales. En los talleres que imparto, me gusta hacer notar que lo poético habita muchos más espacios que lo literario o lo escrito, el lenguaje poético está más cerca de lo que creemos. Hay una manera más amable de aproximarse a la poesía y, eventualmente, llegar a leer clásicos y entenderlos. Creo que el camino debe ser al revés; él mismo nos va a llevar a ellos”, planteó.
Para conocer más detalles sobre esta presentación, así como el programa completo de la Universiada Cervantina 2024, consulta www.universiadacervantina.ugto.mx y las redes sociales oficiales de la Universidad de Guanajuato.