La estudiante de la Licenciatura en Letras Españolas de la División de Ciencias Sociales y Humanidades del Campus Guanajuato UG (DCSH), Ámbar Eugenia Gallardo Jones, dio a conocer la publicación de su más reciente libro titulado La infancia de los brujos.
“Este proyecto rindió frutos con el Fondo de las Letras Guanajuatenses, donde tuve de asesor a Imanol Caneyada. Son varios cuentos que se basan en la visión de niñas y niños para retratar realidades violentas a través del terror. Es un género que me gusta mucho tanto leerlo y consumirlo. De hecho, no son cuentos para niños y sucede mucho esta confusión ya que únicamente son cuentos desde perspectivas infantiles”, explico Ámbar Gallardo.
“A pesar de decir que yo intento crear atmósferas de cierta irrealidad, todo esto lo pensé en Guanajuato y hablo de lo que verdaderamente nos da miedo a nosotros como el asunto de las desapariciones o el hallazgo de fosas. Ya no nos dan miedo las leyendas o los mitos, pero hay historias de terror que vemos todos los días y siento que debemos tratarlas con sensibilidad, es decir, mezclar mis monstruos con el verdadero terror que vivimos en el territorio”, añadió.
Recientemente, su convicción prolífica la hizo acreedora a recursos del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico 2024 (PECDA), que otorga la Secretaría de Cultura en colaboración con el Gobierno del Estado de Guanajuato, lo anterior para consumar su nuevo libro: Territorios de la sangre.
“Fue la primera vez que metí un PECDA y fue muy sorpresivo para mí verme dentro de los ganadores. El proyecto que metí se llama Territorios de la Sangre, también es cuento y quiero ver esta otra mirada de Guanajuato desde el terror, ahí quiero empezar a hablar de las construcciones. Creo que a veces olvidamos que hay una historia sangrienta en los lugares donde hacemos la vida común. De repente estas tomándote una cerveza en un sitio antiquísimo y ese tipo de cosas las perdemos de vista”, esto tras relatar cómo la influenció el quehacer teatral de sus padres y el descubrimiento a temprana edad de obras como “El jinete sin cabeza” de Washington Irving.
La escritora leonesa tuvo participación dentro de las VIII “Jornadas Malditas: Terror y Violencia”, organizadas por la comunidad estudiantil de la DCSH Campus Guanajuato UG. Estas actividades académicas tienen como objetivo generar espacios de reflexión y análisis desde una perspectiva multidisciplinaria. En ello, estudiantes y público en general tuvieron la oportunidad de reflexionar junto a la autora aspectos destacados de La infancia de los brujos.
“A mí se me hacía muy impresionante cuando me decían que les gustaban mis libros. Se me han acercado personas a decirme que peco mucho de no querer quitar cosas, me dicen que –menos es más- pero son consejos que sí guardo. El libro ha tenido una recepción bastante buena y eso me sorprendió”, indicó a la audiencia asistente a la charla realizada en la Librería UG.
Egresada de la Escuela de Nivel Medio Superior de León Centro Histórico (ENMS), Ámbar Gallardo se regocija al recordar su llegada a “Tertulia Literaria”, grupo estudiantil encabezado por el profesor Rolando Ramos Reyes, en donde se desarrollaron lecturas y análisis de múltiples autores. Posteriormente, le fue concedida la dirigencia de dicho grupo tras acceder a la educación de nivel superior, acto que potencializó su pasión por la docencia.
“Era parte de un grupo en la preparatoria que se llamaba Tertulia Literaria y ahi me daba clases el profesor Rolando Ramos, él fue quien me metió a las letras, me proporcionó lecturas más avanzadas y le agradezco mucho por eso. Nunca en mi vida había pensado en la docencia y la verdad es que me encantó, conviví con chicas y chicos con aficiones artísticas, que les gusta escribir o son muy sentimentales, de verdad ellos logran una comunidad bonita al reunirse”,
“Me encanta verlos porque me veo a mí. A mí siempre me ha gustado mucho compartir las cosas que aprendo, no les impongo nada. Simplemente sé cosas por estar en Letras y por el camino recorrido y eso lo transmito a todos. Es muy fresco por los textos que me traen porque a veces hay cosas loquísimas, pero también me ayuda mucho a saber que se está escribiendo, qué temas o preocupaciones hay y eso me mantiene activa”, finalizó.