Dado a la situación actual que nos encontramos, la mayoría nos hemos visto obligados a trabajar desde casa y adentrarnos en el mundo del famoso “Home Office”. Y aunque esta modalidad cuenta con numerosos beneficios (tales como el ahorro de gasolina y de oficina, flexibilidad de tiempo y aumento de calidad de vida) también puede traer consigo diversos estragos, tales como molestias musculares.

Y ¿Cómo nos puede afectar una mala postura en nuestra vida cotidiana? Por si no lo sabías, el 95% de los dolores de cabeza, migrañas y sensaciones de mareo, son producidas por malas alineaciones en la zona cervical. Así mismo, si no nos sentamos correctamente en un largo periodo de tiempo, estamos continuamente mirando el celular, podemos llegar a sufrir un desplazamiento de una articulación por estiramiento de tejidos blandos, mejor conocido como una “subluxación”. Aunque ésta también puede ser causada por estrés, enojo o comer comida chatarra en exceso, si no tenemos cuidado, este tipo de trastorno podría llegar a desencadenar múltiples problemas físicos, tal y como la reducción de movilidad articular, puesto que afectan directamente la biomecánica corporal.

De acuerdo con el Doctor Aram Gómez, fundador del centro quiropráctico, Innate, para mantener una buena postura, no sólo habrá que adaptar nuestro espacio de trabajo y mantenernos en movimiento constante, sino que, tendremos que hacer un esfuerzo en mantener una postura cómoda y sentarnos correctamente. Gómez afirma la postura correcta al sentarse sería: mantener la espalda alta, totalmente recargada en el respaldo de la silla, con los hombros relajados ligeramente hacia atrás (el respaldo debe estar curveado en la espalda baja). En cuanto a la cadera, ésta tendría que estar colocada hacia atrás, totalmente apoyada en la parte posterior de la silla.

Por otro lado, el monitor tendría que estar ligeramente por debajo de la línea de los ojos, los brazos tendrían que formar un ángulo de 90 grados (las muñecas en línea recta y dedos relajados), las piernas deberían formar un ángulo de 90, 100 grados y los muslos con espacio entre la silla y los pies apoyados levemente en el piso o en un escalón.

Así mismo, si te encuentras en una situación donde trabajas largas jornadas y todavía sientes molestias, te recomendamos buscar ayuda con un quiropráctico especializado. En un par de sesiones, éstos trabajarán para gestionar la movilidad de las vértebras (por medio de ajustes quiroprácticas para liberar la interferencia nerviosa producida en las vértebras) y así tu sistema nervioso trabajará perfecta y seguramente tendrás un sistema inmunológico mejor adaptado para combatir cualquier enfermedad de manera natural, te sentirás con mayor energía y rendimiento físico, mejorará tu concentración y disminuirás notablemente los niveles de estrés y ansiedad.

Recuerda, es mejor resolver los problemas antes de que se vuelvan demasiado grandes, acude a tu quiropráctico más cercano si sufres molestias y mejora tu calidad de vida al 100% en sólo un par de sesiones.

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