En el marco de los festejos de Todos Santos que tradicionalmente se llevan a cabo en Cortazar el cronista vitalicio Jorge Vera Espitia nos relata un poco de la historia de estas tradiciones que van pasando de generación en generación entre los cortazarenses.
Explicó que esta es una de las tradiciones más importantes del municipio la cual inició desde el tiempo del cristianismo aproximadamente en el año 1823 con el papa Gregorio IV quien instituyó el Día de Todos Santos que va dirigido a todos los difuntos que la iglesia tiene catalogados como santos y a las almas que ya cumplieron su penitencia en el purgatorio.
Posteriormente en Cortazar esta celebración se practica desde la fundación como pueblo doctrina por el año 1721 como una cuestión de agradecimiento, siendo el Frayle José Chaverri quien empieza con ceremonias religiosas, teniendo poco a poco cambios en el siglo XX donde las autoridades le empezaron a dar un toque diferente al organizar una feria.
En 1959 durante el gobierno de Guillermo Aguilar se organiza la primera feria con exposición ganadera y artesanal, juegos mecánicos y presentación de artistas volviendo algo atractivo para los habitantes y la región.
La feria deambuló en distintos lugares como en los terrenos donde actualmente se encuentra la escuela Melchor Ortega, el jardín, en el espacio conocido como el campo de la uno y en el deportivo norte, para finalmente en el gobierno de Rubén Balderas en el año de 1983 instalarse definitivamente en los terrenos a la salida a Jaral.
Dentro de la tradición algo importante son los alfeñiques de los artesanos quienes siempre han expuesto en el jardín principal la figura representativa principal es el borrego que tiene por significado el cordero de Dios.
“A través del tiempo para los cortazarenses so lo que visitan la feria el borrego es la figura de identidad que incluso decimo que todo aquel que tenga un borreguito o que se le regale un borreguito, está regalando una bendición de acuerdo a la fe religiosa”

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