San Miguel de Allende congregará a su talento artesanal en la próxima edición de la «Feria Nacional de la Lana y el Latón», que lo ha convertido en el Embajador de Guanajuato en México y el mundo.
Como parte de las acciones del Gobierno Municipal que encabeza el presidente Mauricio Trejo por promover a los artesanos sanmiguelenses, se celebrará del 5 al 14 de noviembre la «XLIV Feria Nacional de la Lana y el Latón», con la que se impulsa el rescate y la conservación de las artesanías que actualmente siguen siendo parte del legado cultural de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
El sector artesanal es uno de los principales oficios que mueven la economía de la «Mejor Ciudad Pequeña del Mundo», por lo que impulsar estos eventos como destino turístico es de suma importancia para el Municipio, dado que exponen ante miles de visitantes el gran talento local.
La «XLIV Feria Nacional de la Lana y el Latón» estará presente durante 10 días en el Jardín principal de San Miguel, punto principal que recuperó el Gobierno Municipal para dicha expo, donde concentra a los turistas que llegan a este destino; Esto, implica que los artesanos vendan 10 veces más que en sus talleres tradicionales, por lo que se espera una importante derrama económica, que incluso supere las cifras de años anteriores.
Durante este importante encuentro tradicional en San Miguel se reunirán más de 40 familias expositoras de distintas ramas artesanales, como metalistería y lana, con productos más representativos sanmiguelenses, destacando espejos, candiles, faroles, corazones, árboles de Navidad, estrellas, portarretratos, tapetes, chalinas, rebozos y más artesanías típicas de la artesanía local.
La «Feria de la Lana y el Latón» inició en el período de Manuel Martínez Maldonado en 1978, siendo don Salvador de Lara Martínez y su esposa doña Evelia León, don Raúl Romay y don Baltazar Ramírez García sus fundadores.
La sede original era el centro cultural Ignacio Ramírez «El Nigromante», donde se ha buscado desde entonces impulsar y generar una identidad para las artesanías representativas de San Miguel de Allende; en este sitio se reunían los artesanos más destacados de la época como las familias Llamas, Bustamante, Salazar, Jiménez, Deanda, Muñoz, entre otras que hoy en día continúan dejando un gran legado a la esencia sanmiguelense a través de sus productos únicos.
Históricamente, la región de San Miguel, desde hace casi cinco siglos, desarrolló un gran número de manufacturas menores, vinculadas principalmente a la ganadería, la agricultura y producción textil, actividades prioritarias a las que se dedicó su antiguo y extenso territorio.
Desde la época virreinal, en el transcurso del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, la población sanmiguelense se dedicó a las diversas actividades que ofrecían una economía diversificada, así como a las llamadas «artes mayores y menores».
Los elementos manufacturados con lana y latón traducen oficios especializados, materiales originales, procesos creativos, técnicas y diseños propios, heredados a través de una sucesión de generaciones, siendo hoy parte del patrimonio cultural que vuelven a San Miguel de Allende el embajador de Guanajuato en México y el mundo porque está mejor cada día.