En sesión ordinaria, el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional formuló un punto de acuerdo que busca exhortar a la Secretaría de Salud Federal, a la Secretaría de Salud del estado, para que en coordinación con la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Educación de Guanajuato, lleven a cabo cursos de capacitación a las y los estudiantes conforme sus programas académicos, realizados por personal especializado desde un enfoque de género y de derechos humanos, a fin de que se conozca la importancia de menstruar en condiciones de dignidad.

La diputada Noemí Márquez Márquez hizo referencia a la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual, realizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en la que señala que el 69% de las mujeres encuestadas tenía poca o nada de información cuando le llegó su primer periodo, mientras que siete de cada diez indicaron que su mamá fue la primera persona con quien hablaron de menstruación y sólo el 30% llevaba algún tipo de control y/o registro de la duración de su ciclo menstrual, el tipo de flujo o los síntomas que sentía.

La congresista expresó que en México gran parte de la ciudadanía tiene la idea de que la menstruación es sucia y vergonzosa, lo que provoca necesario que se silencie todo signo de esta, que va desde cambiarle el nombre, disimular los efectos en el cuerpo como dolor, cansancio, sensibilidad y ocultar los productos de gestión menstrual.

“Las principales barreras para una menstruación en condiciones de dignidad son los prejuicios sobre la menstruación lo que afecta la vida de las mujeres, en la escuela, en el trabajo, en sus casas, en su día a día, falta de información completa y oportuna para que puedan vivir sin temor ni vergüenza su menstruación y el miedo al acoso y a la incomodidad al no tener espacios limpios y dignos”, dijo.

Márquez Márquez mencionó que los derechos humanos afectados son el derecho a la salud, debido a que las mujeres y las niñas pueden sufrir consecuencias negativas cuando carecen de suministros y servicios para manejar su salud menstrual, así como impedir que se procuren tratamiento de trastornos o dolor relacionados con la menstruación; el derecho a la educación, por la falta de un lugar seguro o de la capacidad para manejar la higiene menstrual y la ausencia de medicamentos para tratar el dolor relacionado con la menstruación, pueden contribuir a elevar las tasas de ausentismo escolar.

La legisladora mencionó que la escasa atención al dolor menstrual limita las oportunidades de empleo para las mujeres y las niñas, además de atentar contra el derecho a la no discriminación y la igualdad de género por los obstáculos relacionados con la menstruación en espacios y actividades públicas que perpetúan las desigualdades de género.

“Solo podremos lograr un verdadero cambio a través de la educación y capacitación, reconociendo que la menstruación es un proceso fisiológico por el que pasa al menos la mitad de la población en México. Por ello, es imperante visibilizar que la menstruación es una experiencia natural, segura, saludable y digna”, concluyó.

El punto de acuerdo fue turnado a la Comisión de Salud Pública para su dictaminación.