Ser universitaria y descubrir que las referencias de autoras mujeres son escasas o inexistentes en tu plan de estudios puede llevar a un profundo cuestionamiento: ¿Por qué sucede esto? Con esta reflexión como punto de partida, la escritora Dahlia de la Cerda compartió en la Universidad de Guanajuato (UG) su acercamiento al feminismo, y cómo ha sido el proceso de vivirlo y construirlo desde una experiencia propia.
En el marco de las actividades de la Agenda 25N, a través del Programa Institucional UGénero, se presentó en la Universidad de Guanajuato (UG), la filósofa, escritora y activista mexicana, Dahlia de la Cerda, quien analizó en la conferencia “Desde los zulos: una mirada feminista interseccional” cómo fue su acercamiento a este movimiento, primero con figuras clave como Simone de Beauvoir y Virginia Woolf, quienes sin embargo -reconoció- vivieron en circunstancias y contextos que le resultaban lejanos.
Fue en el feminismo de la diferencia donde dijo encontrar mayor empatía, “en ese momento yo era muy académica, me gustaba mucho la teoría, entre más me retara intelectualmente más me gustaba y eso me gustó mucho de todas las pensadoras del feminismo de la diferencia y de todas las materialistas francesas porque eran muy pulcras teóricamente, pero yo decía (…) teóricamente nos entendemos, pero en la realidad no”.
Aunque estuvo alejada este movimiento, fue un feminicidio en su familia lo que detonó su indignación ante la falta de justicia. Este hecho marcó su regreso al movimiento feminista, donde encontró en la lucha por el derecho a la verdad un camino de aprendizaje y crecimiento personal que también fortaleció su compromiso en el activismo.
“Yo cometí el error que cometemos muchas, que de pronto llegas al feminismo muy herida y en lugar de hacer un procedimiento de tratar de sanarte, encontrar las herramientas psicológicas. Yo debí primero ir al psicólogo ha poder lidiar con el duelo y después de eso meterme al feminismo”, explicó.
El proceso de encontrarse, sanar y comprender qué aspectos podían abordar desde su lucha fue lo que la llevó a reflexionar sobre el feminismo desde una perspectiva propia, arraigada en su realidad y experiencias.
Desde entonces, el activismo de Dahlia de la Cerda se ha enfocado en acompañar a personas gestantes que deciden acceder a un aborto seguro y en promover la salud reproductiva, a través de la colectiva “Morras help morras”, en equipo con otras compañeras su visión es la de “trabajar en, por y para la periferia”.
Su trabajo con esta colectiva, la llevó profundizar en el contexto y las implicaciones del aborto, es así como Dahlia llega al feminismo interseccional, que le permitía una comprensión más profunda de las necesidades de las jóvenes que pedían el apoyo de “Morras help morras”, las cuales iban más allá de problemáticas asociadas al sexismo o el acoso:
“Nosotras en ese momento entendimos que si una chica o un grupo de chicas te dice: mi problema es que tengo a mi hermano, papá, tío con uso problemático de cristal y yo quiero poder cuidarlos, ese es un problema de mujeres. Si te dice no tenemos agua en mi colonia, ese es un problema de mujeres. Si te dicen mi problema es que el profesor es acosador, ese es un problema de mujeres”.
Para la autora, “Desde los zulos” representó esa búsqueda que trata de escribir desde estos lugares, las periferias, con un corpus teórico inspirado principalmente en las escritoras racializadas, tercermundistas.
“Lo que yo quería era utilizar mi escritura para visibilizar el trabajo que ellas estaban haciendo y básicamente fue poner (a estas autoras) a dialogar su experiencia con mi experiencia viviendo en la precariedad, un barrio, colonia, las periferias(…) No había cuarto propio-,entonces empecé a rescatar a las autoras que para mí me parecían relevantes y sobre todo a escritoras feministas que veían el mundo más allá mucho más allá del patriarcado”, explicó.
Recalcó que las experiencias que vivió como activista, le llevaron a entender que el mundo resulta más complejo que un patriarcado, derivado de problemas multidimensionales, multifactoriales. Sin embargo, reconoció que en un primer momento seguía viendo a los hombres exclusivamente como opresores y le llevó tiempo, e incluso un trabajo introspectivo para los hombres también padecen violencias y un enfoque verdaderamente interseccional debe considerar las problemáticas masculinas.
El trabajar con grupos mixtos, le permitió descubrir que muchos hombres tienen vidas marcadas por dificultades y violencias estructurales, lo que la llevó a replantearse su activismo. Por ello, concluyó su charla remarcando que, desde su óptica, un feminismo interseccional debe reconocer que las violencias son colectivas y solucionar las que enfrentan los hombres es esencial para transformar las que viven las mujeres.
Originaria de Aguascalientes, Dahlia de la Cerda es una de las autoras mexicanas más polémicas e influyentes en el país, su libro “Perras de Reserva” ha sido traducido a idiomas como el inglés, francés y polaco, “Desde los zulos”, también tuvo un gran impacto en el mundo editorial; y se tiene contemplada la adaptación a una serie de su última obra: “Medea me cantó un corrido”.