SAPAL desarrolla el Plan de Desarrollo Hidráulico Municipal, que
atenderá las necesidades hídricas, sanitarias y pluviales de la población
con un alcance pronosticado hasta el año 2045.
De momento elabora tres planes maestros: Hidráulico; Tratamiento y
Reúso; y Pluvial, a fin de adoptar las mejores prácticas a nivel mundial
relacionadas con el suministro, distribución, consumo, tratamiento y
reúso del agua.
Actualmente, el organismo dota de agua potable y sanea las descargas
residuales de más de un millón 700 mil habitantes.
También cuenta con una eficiencia física superior al 69.9%, indicador
que puede competir con organismos internacionales.
Sin embargo, implementa nuevas estrategias que aumentan el
cuidado, reúso y aprovechamiento del vital líquido.
El Plan Maestro Hidráulico, definirá la infraestructura de cabecera de
agua potable y alcantarillado sanitario necesaria a futuro, que permita
una cobertura total en el municipio con uso de suelo aprovechable.
Por su parte, con el Plan Maestro de Tratamiento y Reúso, se busca
incrementar el volumen de agua tratada en las actividades de riego de
áreas verdes, así como un insumo para los procesos comerciales e
industriales, apoyando a la estrategia del Consejo Directivo en cuanto
a establecer el agua tratada como una fuente de suministro.
Tan sólo en 2020, las 19 plantas de tratamiento de SAPAL, trataron un
volumen superior a los 21 millones de metros cúbicos.
El volumen reusado es equivalente a la producción de agua potable de
enero a marzo del mismo año.
Cabe resaltar que el mayor consumo de agua en el acuífero del Valle
de León está en el sector agrícola con el 59% de la extracción, después
le sigue el público urbano (usuarios) con el 35% y el seis por ciento
restante, lo tienen las diferentes actividades económicas, tales como
industrias y servicios.
Con el Plan Maestro Pluvial se determinarán las zonas de la ciudad
propensas a anegación y de algunas localidades aledañas para
establecer acciones de mitigación y prevención de corto, mediano y
largo plazo, priorizando la regulación de escurrimientos.
El objetivo es que el agua pluvial pueda ser almacenada, retenida,
reutilizada y drenada con seguridad a los cauces naturales.
Estos planes tienen el propósito de proyectar el crecimiento, la
distribución y la continuidad de los servicios, así como un mayor
aprovechamiento del agua.