El Dr. Juan Gabriel Segovia Hernández y el Dr. Eduardo Sánchez Ramírez, profesores de la Universidad de Guanajuato (UG) encabezan el proyecto desarrollado por la y el estudiante Ana Gabriela Romero García y Adrián Martínez Lomovskoi de la División de Ciencias Naturales y Exactas (DCNE) sobre un proceso para la captura del dióxido de carbono (CO2) que se emite en las centrales termoeléctricas, como las que utiliza la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para la generación de energía eléctrica.  

 

Los investigadores señalan, que en nuestro país y en el mundo la generación de electricidad en centrales termoeléctricas representa la fuente puntual más grande de emisiones de CO2. Por lo que México es uno de los países que se han comprometido al esfuerzo mundial para limitar el calentamiento global, fenómeno que ha afectado y continua en el impacto del balance natural del planeta.  

 

“Por lo que creemos que es posible capturar estas emisiones antes de que lleguen a la atmósfera proponiendo un nuevo proceso ambientalmente sostenible. En este punto comenzamos a pensar en maneras amigables con el medio ambiente para capturar los gases de efecto invernadero”, aseveró el Dr. Segovia Hernández.  

 

El área de oportunidad destaca, en que las aminas (compuestos derivados del amoniaco) que se usan convencionalmente son sustancias tóxicas y corrosivas, mientras que mundialmente se está buscando reemplazar estos procesos contaminantes por alternativas ambientalmente amigables.  

 

Es así como, en este proyecto se propone el uso del líquido eutéctico profundo, sustancia que proviene de fuentes naturales como: la urea, los fertilizantes comunes, y el cloruro de colina, precursor de la vitamina B12, lo que permite no ser contaminante ni tóxico, a diferencia con las aminas que se usan tradicionalmente para la captura de carbono.   

 

Con esto, proponen procesos que resuelven un problema ambiental enorme como la emisión de gases de efecto invernadero, donde el mismo proceso es amigable con el ambiente y donde no se utilizan otras sustancias que terminan representando un problema ecológico en sí mismas, como es el caso de las aminas.   

 

“Para determinar qué tan ambientalmente amigable es un proceso químico propuesto, es necesario establecer métricas económicas y ambientales; estas métricas nos dicen si el proceso es económicamente viable y miden qué tantos recursos naturales se consumen para poder construir y operar la planta. Ana y Adrián implementaron una metodología propuesta por el grupo de investigación ADRESS, para encontrar el proceso de captura de carbono que presente el mayor beneficio económico y el menor impacto ambiental, para capturar el carbono proveniente de las centrales termoeléctricas”, indicó el investigador Segovia Hernández.  

 

Asimismo, explica, el proceso convencional para la captura de carbono es poner en contacto los gases provenientes de la quema de carbón y otros combustibles fósiles, con el líquido denominado amina, para absorber el dióxido de carbono; de esta manera el dióxido de carbono se separa de la amina a través de calentamiento. Con lo que se evita que el dióxido de carbono se emita a la atmósfera, ya que el CO2 capturado se puede almacenar en yacimientos subterráneos o inyectar en pozos petroleros para ayudar a la recuperación de petróleo.  

 

El área de oportunidad radica en que estas aminas son sustancias tóxicas y corrosivas, por lo que la búsqueda de procesos que usen sustancias ambiental o ecológicamente amigables es prioridad. Pues de acuerdo con los objetivos 7 y 13 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, es necesario asegurar el acceso a la energía limpia y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático.  

 

Este equipo de investigación integrado por docentes y estudiantes de la UG encontró una mejor alternativa para capturar el CO2 proveniente de las centrales termoeléctricas que queman carbón mineral.   

 

“Mientras las tecnologías como la solar y eólica continúan su desarrollo hacia el uso generalizado, nosotros estamos pensando en nuevas maneras de reducir la contaminación causada por la quema de carbón y otros combustibles fósiles, más allá de únicamente lograr la captura del CO2, sino asegurarnos que el proceso propuesto sea amigable con el medio ambiente y económicamente rentable” aseveró el Dr. Juan Gabriel Segovia Hernández.  

 

Por lo que el grupo de investigadores resalta que esta propuesta representa una alternativa para resolver el problema de las emisiones de gases de efecto invernadero en México.