El Laboratorio Estatal de Salud Pública (LESP) se consolidó como un referente nacional en el procesamiento de muestras y diagnóstico de enfermedades emergentes que permitan ofrecer a la población tratamientos médicos oportunos.
Estas enfermedades han propiciado al menos 7 alertas epidemiológicas en 30 años que tiene de historia este laboratorio.
En estos 2 años y 3 meses de pandemia se han procesado 718 mil 907 muestras para detectar o descartar COVID-19, informó el secretario de salud, Daniel Díaz Martínez.
El más reciente reto epidemiológico y quizá el de mayor impacto propició que al interior del LESP, hace dos años se realizara un ajuste de horario y reasignación de personal interno en todos los departamentos, además de la contratación de personal contratado ex profeso para atender el requerimiento analítico las 24 horas.
Esta dinámica de trabajo se ha mantenido con las oscilaciones de las olas de contagio con entereza y calidad diagnóstica oportunidad.
El LESP inició actividades un 1 de septiembre de 1981, un año después se habilitaron las primeras determinaciones, de cloro residual en agua, coliformes totales para un buen estudio del agua potable de León, para dotarnos de agua en retribución.
En 1983 uno de los primeros retos epidemiológicos, fue el aislamiento por primera vez del virus de la polio, por cultivo de tejidos, con reconocimiento de la Secretaría de Salud Federal.
Se convirtió en el primer Laboratorio Estatal en habilitar el diagnóstico de rabia, por la inmunofluorescencia, con determinaciones en humanos, perros, gatos, cobayos, conejos, murciélagos.
En el año de 1985 se habilitó la metodología, para la tuberculosis, por cultivo, y se inició la formación de la red de diagnóstico de tuberculosis, activa hasta el día de hoy.
Inclusive en el año de 1988 el Instituto de Tecnología de Agua de Inglaterra, invitó a personal de este laboratorio a participar en un estudio sobre calidad del agua realizando análisis nosotros y ellos también, con coincidencia total de valores resultantes.
Se brindó apoyo regional a estados que lo requirieron, a Querétaro en un brote de paludismo, en la Sierra Gorda, apoyo para Aguascalientes con el análisis de alimentos y al estado de San Luis Potosí en vigilancia de rabia.
En este mismo año se habilitaron las primeras metodologías para la determinación de diagnóstico de VIH.
En 1999 se encontró y documentó el hallazgo del vector del dengue en Irapuato y se encontró el vector del paludismo en la Jurisdicción II con 5 subespecies.
En 2009 la llegada de la pandemia de influenza realizamos pruebas necesarias y suficientes para dar resultados acertados en sensibilidad y especificad, organizándose analíticamente con el aval del Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica.