Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Rusia, Vladimir Putin, se reúnen este miércoles en Ginebra en una cumbre que hasta el momento ha traído un apretón de manos, palabras corteses entre ambos y el caos en sus comitivas de prensa.

Ambos mandatarios han concluido su primera reunión en la Villa La Grange, la mansión donde se desarrolla el encuentro, junto a sus respectivos ministros de Exteriores, y tras un descanso han dado ya comienzo a un formato ampliado, en el que participan, además de Putin y Biden, cinco asesores de cada una de sus respectivas delegaciones.

Después habrá una segunda parte de este formato extendido antes de que los mandatarios ofrezcan ruedas de prensa por separado.

Según el Kremlin, el primer encuentro de formato reducido ha durado casi dos horas, mientras que la Casa Blanca informó que la duración fue de una hora y 33 minutos.

En el programa inicial estaba previsto en torno a una hora y quince minutos para esta reunión inicial, que se celebró en una de las bibliotecas de la mansión Villa La Grande, construida en el siglo XVIII.

Primero llegó Putin, luego Biden

El primero en aparecer después del mediodía en Villa La Grange fue Putin, quien llegó a las 13:05 h local en su limusina rusa Aurus directamente desde el aeropuerto de Cointrin, donde había aterrizado minutos antes procedente de Sochi (Rusia).

Al llegar, cada uno fue recibido por el presidente suizo, Guy Parmelin, quien los saludó sobre una alfombra roja a la entrada de la mansión, flanqueada a ambos lados por las banderas de Rusia, EE.UU. y de Suiza, y macetas de flores.

Luego, volvieron a salir los tres al exterior y Parmelin les dio la bienvenida a “la ciudad de la paz”.

Después se produjo el esperado apretón de manos: Biden se giró hacia Putin y alargó su mano derecha, mientras que el mandatario ruso, que estaba mirando al frente, se volvió hacia su homólogo y dio unos pasos para estrecharle su mano derecha.

Entonces se sonrieron, Biden le comentó unas palabras inaudibles y Putin miró brevemente a los periodistas, antes de dirigirse ambos al interior.

Ya dentro de una las bibliotecas de Villa La Grange dieron comienzo a la cumbre con unas palabras delante de los periodistas.

El primero en hablar fue Putin, quien destacó que “se han acumulado muchas cuestiones en las relaciones ruso-estadounidenses”.

“Espero que nuestro encuentro sea productivo

“Podemos hacer todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible”, afirmó.“, apuntó el líder ruso.

“Señor presidente, quisiera agradecerle su iniciativa de celebrar esta reunión”, añadió Putin, sentado junto a Biden. Al lado de cada uno de ellos estaban sus ministros de Exteriores, el ruso Serguéi Lavrov y el estadounidense Antony Blinken.

“Siempre es mejor verse cara a cara”, según Biden

Biden dijo “gracias” después de que su homólogo ruso señalara que esperaba una reunión productiva y apuntó: “Como he dicho afuera, siempre es mejor verse cara a cara”.

El presidente estadounidense agregó que durante esta jornada intentarán determinar dónde están sus intereses mutuos y dónde están sus desacuerdos.

“Podemos hacer todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible”, afirmó.