Tras cinco meses de ser retirado del cruce del Malecón del Río y bulevar Hidalgo para su restauración, hoy fue recolocado el monumento “La Tenería”, obra del maestro José Ildefonso Lorea Hernández.

Esta creación de 17 años de historia representa el testimonio de trabajo y esfuerzo de las y los leoneses que, por cuatro siglos, han impulsado la industria curtidora ubicada alrededor del Barrio Arriba, donde todavía hace 45 años, los burros transportaban y surtían el cuero para ser descarnado, pelado o terminado, llevándolos de un lugar a otro y que muchas veces hacían la ruta solos.

A nombre de la presidenta municipal de León, Ale Gutiérrez, el secretario del Ayuntamiento, Jorge Jiménez Lona, explicó que la obra fue recolocada en aras de fomentar la conservación de nuestras raíces e historia.“Educar para conservar”, dijo.

Dicha entrega a la sociedad leonesa se hace en el marco del canje de animales de tracción por equipo motorizado correspondiente a las reformas hechas al Reglamento de Policía y Vialidad, con las cuales se protege la vida de los animales utilizados para tracción de vehículos dentro de la zona urbana.

La obra del maestro Idelfonso Lorea está ubicada en el emblemático lugar de origen de la industria curtidora, el Barrio Arriba, que guarda un poderoso significado de más de cuatro siglos de historia, forjando parte de la identidad leonesa y representando una labor que estableció desarrollo y visión de futuro.

Para la administración municipal encabezada por Alejandra Gutiérrez, es indispensable reconocer el compromiso de las personas trabajadoras de la curtiduría; tan importante han sido para León que -gracias a ella y a los procesos que se realizan en ésta-, el municipio es la Capital Mundial de la Piel y el Calzado.
Incluso, el término ‘panza verde’, surge a raíz de uno de los muchos pasos que se llevaban a cabo en las tenerías.

Este monumento fue elaborado en 2006, por encargo del entonces alcalde Ricardo Alaniz Posada. A 17 años de distancia, la obra conformada por tres burritos de 420 kilos cada uno, así como un arriero con rasgos afromexicanos ha sido robada, recuperada, grafiteada, vandalizada, y finalmente restaurada.

Se trata también de uno de los grandes monumentos de la ciudad de León, prueba fehaciente del talento del ilustre maestro Ildefonso Lorea, quien, a pesar de su fallecimiento, estuvo presente en esta recolocación gracias a su esposa, hijos y nietos.