Lo prometió el dirigente Bernard Giudicelli hace cuatro años, y por eso se apresuró a dejar constancia de ello el miércoles en sus redes sociales para que otros, los nuevos mandamases de la Federación Francesa de Tenis (FFT), no se apropien de la promesa cumplida: “Rafael Nadal es un monstruo y tendrá su estatua aquí”. Del dicho al hecho, los organizadores de Roland Garros han querido honrar al tenista que ha conquistado 13 veces el Bois de Boulogne y este jueves inauguraron una espectacular obra de acero inoxidable, de 800 kilos, que desde ahora formará parte del paisaje del complejo parisino.
Nadal, pues, figura ya junto a otros inmortales del torneo como el aviador que da nombre al evento y Los Cuatro Mosqueteros que iluminaron la época dorada del tenis francés: Jean Borotra, Jacques Brugnon, Henri Cochet y René Lacoste. A todos de ellos se les recuerda en las instalaciones, en las que ahora luce la imponente obra del escultor español Jordi Díez Fernández, encargado de moldear al jugador que ha logrado lo nunca conseguido en el mundo de la raqueta: nadie se ha impuesto tantas veces en un mismo evento como Nadal en Roland Garros.
Tras la celebración del sorteo del cuadro principal, el mallorquín (35 años el 3 de junio) acudió este jueves a una plazoleta situada en uno de los costados de la pista central y allí presenció cómo un grupo de voluntarios desprecintaba su escultura. Se trata de un Nadal futurista y hercúleo, en tensión y suspendido mientras culmina su golpe maestro, con ese característico giro del brazo izquierdo, redondeando de un lado al otro, que concluye con la herramienta prácticamente por detrás de la espalda. En concreto, la obra del vallisoletano Díez Fernández alcanza los tres metros de altura, los 4,89 de anchura y dos de profundidad.
De esta forma, el tributo a Nadal evoca al del legendario Rod Laver en las instalaciones de Melbourne Park, en Australia, o al de Fred Perry en las de Wimbledon. Son, al fin y al cabo, 13 trofeos desde que debutase en París en 2005; a partir de ahí, coleccionó todos excepto los de 2009 (derrota frente a Robin Soderling), 2015 (Novak Djokovic) y 2016 (retirada por lesión, antes de competir en la tercera ronda). Son, en total, 100 victorias exactas y tan solo dos derrotas. Giudicelli ya no lleva las riendas, pero su promesa se ha hecho finalmente realidad.