Derivado del compromiso institucional de formar artistas de excelencia, una agrupación de reciente creación al interior de la Universidad de Guanajuato (UG) es Aria Amatista, integrada por solistas lírico(a)s y estudiantes de la Licenciatura en Música, quienes experimentan gran pasión por los diversos estilos y periodos de la música clásica, desde el siglo XVII hasta la actualidad, además de piezas folclóricas latinoamericanas y de concierto europeas.
Andrea Villaseñor Silva (soprano), Cecilia Castillo Rodríguez (mezzosoprano) y Said Ramírez Moreno (tenor) desarrollan este proyecto con la compañía musical de Gustavo Botello Aviles (guitarrista) y Rogelio Alba Anaya (pianista). Su objetivo es difundir la música clásica, particularmente el canto lírico, para crear una conexión con el público a medida que se estimulan sus sentidos.
La idea surgió de Andrea en 2024, tiempo en que cursaba el séptimo semestre de la licenciatura. Junto con Cecilia, su compañera de generación, decidieron formar la agrupación para explorar otros caminos profesionales y buscar nuevas oportunidades. Poco tiempo después, Said y Gustavo se sumaron al proyecto, estudiantes de canto e instrumentista respectivamente, para completar el grupo con la participación de Rogelio, estudiante de composición.
Además de su formación previa en la adolescencia, las y los solistas han tenido experiencias importantes al participar en diversos coros, como el Coro del Campus Guanajuato de la UG, al igual que las prácticas propias de sus clases, como recitales y conciertos motivados por la Mtra. Fabiola Venegas.
“La principal motivación era tener un acercamiento profesional y foguear nuestro repertorio en un ámbito fuera de la escuela. También hacer que la gente se acerque a la ópera o a la música de concierto mexicana sin necesidad de asistir a un evento grande; hacer un concierto que requiera menos presupuesto y menos gente, pero igual de accesible”, explicó Andrea.
Creatividad, juventud y amistad son las palabras con las que definen su identidad como colectivo. A partir del entusiasmo como compañera(o)s universitaria(o)s para comenzar una carrera independiente y enfrentar los miedos inherentes, el primer concierto fue impulsado por la invitación de la Casa de la Cultura de Salamanca, al cual siguieron dos presentaciones en otros foros culturales.
“El primero fue un gran reto por los nervios de tener un concierto propio, pero nos dio la pauta para saber que sí podíamos hacerlo. Han asistido de veinte a treinta personas, mayormente adultos y adultos mayores, y la respuesta ha sido muy bonita. La segunda vez cantamos música mexicana, queríamos que fuera un poco más regional. Mucha gente estaba conmovida, incluso llorando. Fue muy especial porque me di cuenta de que estaba logrando lo que quiero hacer como artista: transmitir emociones”, relató la soprano.
Por su parte, Cecilia comentó: “Siempre había sabido que quería ser cantante, pero no de qué tipo; la UG me ha ayudado a abrir estas puertas, a descubrir el maravilloso género de la ópera. Mi meta es ser una cantante profesional, hacer conexiones, viajar y lograr tener una calidad musical para dar lo mejor de mí a la audiencia. Haber iniciado este proyecto es un escalón importante. Desde hace tres o cuatro años, compartimos conciertos, ensayos y el mismo objetivo, eso te lleva a una cercanía diferente; he visto un cambio, mayor seguridad entre nosotros porque nos apoyamos”.
El proceso creativo para la conformación de los conciertos busca ser integral y orgánico a partir de las fortalezas individuales de cada artista y una línea temática definida en conjunto. Cada integrante desarrolla tareas específicas en cuanto a la preparación de las piezas que se conjuntan a lo largo de los ensayos. Como joven grupo, tienen la convicción de que todos los conocimientos y herramientas que obtengan ahora propiciarán el logro de oportunidades más grandes.
A partir de esta experiencia formativa y profesional, así como los logros hasta ahora alcanzados, las cantantes exhortaron a las juventudes con intereses artísticos para seguir ese camino aun con la competencia y la exigencia propia de dichas carreras.
Como invitación para el público general, observaron: “La música clásica nos hace sentir satisfecho(a)s, crecer, conectar con nosotro(a)s mismo(a)s; nos ayuda a ser más empático(a)s y sensibles, nos une como sociedad”.
Actualmente, Aria Amatista busca consolidar la colaboración con nuevos espacios y foros, preferentemente cerrados por la acústica requerida para su repertorio, el cual está integrado en su mayoría por música mexicana, ópera y zarzuela, aunque están en el proceso de análisis y estudio para ampliarlo. Es posible seguir su propuesta en la página de Facebook @Aria Amatista.