-El académico Héctor Bravo Alfaro, de la UG, explica que este descubrimiento podría ayudar a conocer el origen de la vida
Guanajuato, Gto., a octubre de 2020.- Recientemente, se dio a conocer la noticia de la existencia de moléculas de agua en la Luna por parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y gracias a datos obtenidos con el observatorio aerotransportado SOFIA.
Para explicar y entender la importancia que representa este descubrimiento, el Dr. Héctor Bravo Alfaro, académico e investigador de la Universidad de Guanajuato, (UG) habla al respecto.
¿Cuál es la importancia del descubrimiento de agua en fuera de la Tierra?
La búsqueda de agua en distintos sitios del Universo y en particular del Sistema Solar ha sido un tema de gran interés científico desde hace décadas. Hoy en día se conoce la existencia de agua en distintos estados físicos y en sitios tan diferentes como el planeta Marte, en los cometas y en las nubes del medio interestelar de nuestra galaxia. El hallazgo de moléculas de agua también en la Luna, aunque en cantidades ínfimas, es una noticia de gran impacto debido al papel tan importante que tuvo el agua en la aparición de la vida en la Tierra. Además, dicho descubrimiento se llevó a cabo en zonas que reciben gran cantidad de luz solar, cerca del cráter Clavius, en el hemisferio sur de la cara que es visible de la Luna desde la Tierra. Esto implica que muy probablemente se seguirá encontrando agua en diversas zonas de la superficie lunar y no únicamente en las regiones más obscuras como son los polos.
¿Qué importancia tiene la detección de agua en la Luna?
Las misiones espaciales que llegaron a la Luna a finales de la década de 1960 recogieron muestras de suelo de algunas regiones lunares, pero en ninguna de ellas se detectó agua lo que llevó a pensar en aquellos tiempos que la Luna era totalmente árida. Misiones posteriores de mapeo de la superficie lunar, y sondas como Deep Impact y Cassini reportaron ínfimas cantidades de moléculas de agua, pero siempre ligadas a los polos o a cráteres lunares cuyo interior se mantiene permanentemente protegido de la luz solar.
Este descubrimiento, reportado recientemente en la revista científica NATURE, ayudará a entender mejor la constitución de nuestro satélite natural así como la evolución de nuestro Sistema Solar en su conjunto. Por el momento, la cantidad de agua reportada en el suelo lunar es ínfima, aproximadamente una centésima parte de la que se encuentra en el suelo del Desierto del Sahara, en África. Pero si posteriormente se encontrara una mayor cantidad de dichas moléculas en el subsuelo, esto podría tener implicaciones fundamentales en los planes de instalación de misiones espaciales y bases lunares habitadas. Algunos de estos planes forman parte del proyecto ARTEMIS de la NASA, que busca llevar nuevamente astronautas a la Luna antes del fin de la presente década.
¿A qué se podría deber la existencia de agua en la Luna?
La respuesta a esta pregunta será materia de discusión en los siguientes meses, o quizás años. Sin embargo, la hipótesis más plausible es que el agua detectada por SOFIA esté ligada a la caída de cometas, los cuales son conocidos por contener una importante cantidad de agua en forma sólida, además de contener otros muchos materiales casi todos en forma de hielo.
¿En qué estado se mantiene el agua detectada?
Se trata de agua en forma de cristales microscópicos, por lo que podemos decir que está congelada. Otro misterio por resolver es el cómo estas moléculas no son evaporadas por la radiación solar. Debido a la ausencia de atmósfera en la Luna, las temperaturas en su superficie pueden de ir de unos 120 C a -130 C, durante el día y la noche lunar respectivamente.
¿Qué sigue después de la confirmación de agua en el Satélite natural de la Tierra?
Tendría que confirmarse cuál es la cantidad de agua en la superficie lunar y, eventualmente, a qué profundidad podrían hallarse mayores depósitos. Después tendrá que realizarse un cuidadoso trabajo de mapeo para saber si existe agua distribuida en toda la Luna o si la región apenas descubierta es una rareza e incluso única, hablando de regiones iluminadas constantemente por el Sol.