Guanajuato, Guanajuato., a 27 de julio de 2020.- A poco más de cuatro meses
en que algunos sectores de la población han tenido que sobrellevar el
confinamiento, las consecuencias de este han comenzado a manifestarse, por ello
la Dra. Isaura Arreguin, habló de los efectos psicológicos y fisiológicos que las
personas suelen experimentar durante esta etapa y cómo se puede tratar con el
estrés generado por el mismo.
La también profesora de tiempo completo y coordinadora de la Licenciatura en
Psicología Clínica en el Campus Celaya – Salvatierra de la Universidad de
Guanajuato (UG), destacó que los últimos estudios han abierto la posibilidad de
que la población vulnerable en este tipo de confinamiento por la pandemia es la
que está entre los dieciocho y los veinticinco años.
Al respecto, mencionó que, aunque las causas no se conocen con certeza, esta
vulnerabilidad probablemente se deba a que se rompen algunas de sus
expectativas.
Detalló que, en comparación con las niñas y los niños, quienes aún no tienen
alguna expectativa y lo que podrían enfrentar es temor, esto se puede solucionar
explicándoles lo que sucede. Mientras que los jóvenes ya han vivido diversas
experiencias, y esta crisis viene a romper todas sus expectativas en diferentes
ámbitos laboral, académica o incluso de manera personal.
Medidas frente al confinamiento
Una característica que recalca la académica es el no habituarse a vivir en esta
condición y que se llegue al punto de normalizarla, porque lo único que se va a
hacer es agotar al organismo al tolerar las condiciones que se están viviendo.
Además, recordó que el estrés es uno de los principales factores de riesgo para
algunas enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes y otras.
En personas que tienen antecedentes como alteraciones mentales también se
convierte en un factor de riesgo para detonar trastornos de la personalidad.
De ahí la importancia de recurrir a diversas herramientas y/o espacios que se han
puesto al alcance desde el sector salud, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) con protocolos, desde las universidades o los colegios de profesionales de
la psicología independientes que pueden brindar orientación.
Este apoyo permite a las personas aprender a relajarse y tranquilizarse, y
reorganizar actividades, ya que en el momento en que se ajustan espacios de
alimentación, de sueño, de convivencia, de lectura, académicos, etcétera, se
vuelve a dar al organismo la sensación de que se tiene el control y dominio sobre
sí mismos, expresó la Dra. Arreguín.
Mencionó que “durante el confinamiento muchas personas recurren a bajar el
estrés y la ansiedad consumiendo tabaco, alcohol, u otras sustancias, esto agrava
aún más la situación del estrés que se está viviendo, dijo, y enfatizó en la
responsabilidad que debe asumir cada persona por sus acciones.
Más allá de minimizar esta condición, que incluso ha llevado a caricaturizar todo lo
que se está viendo, la académica recalcó “cuando hablamos de seriedad y de
concientizar lo que está pasando, creo que estaremos en posibilidades de
responsabilizarnos por nosotros mismos, por lo que estamos experimentando, y
en consecuencia, podremos responsabilizarnos de las personas que tenemos a
nuestro alrededor”.